¿Es posible satisfacer las necesidades de consumo energético de una ciudad solo con energías renovables?

¿Es posible satisfacer las necesidades de consumo energético de una ciudad solo con energías renovables?

Lograr ciudades sustentables es posible si se contempla el uso de fuentes renovables de energía, tales como almacenamiento térmico, biocombustible, sistemas de calentamiento solar, fotovoltaicos, edificaciones con sistemas de alta eficiencia de energía y construidos de acuerdo al entorno, destacó el doctor Antonio del Río Portilla, del Instituto de Energías Renovables, de la UNAM.

En México, la generación de electricidad se basa fundamentalmente en combustibles fósiles, sin embargo, la capacidad instalada de electricidad generada por energías renovables se duplicó en la última década, cubriendo para el año 2020, 32 por ciento con fuentes renovables.

Una de las fuentes renovables que ha crecido considerablemente en los últimos años en el país es la energía fotovoltaica. Igualmente, a nivel internacional hay una pujanza de la fotovoltaica; por un lado, por ser actualmente una de las energías más baratas, y por otro, por su baja emisión de gases de efecto invernadero.

“En el mundo, se puede satisfacer la energía para el año 2050 solo con fuentes renovables”, indicó el investigador; hay suficiente disponibilidad de fuentes de energía de este tipo para satisfacer la demanda de todos los continentes, y a pesar de ser tecnológicamente viable, hace falta implementarlo.

¿Qué ciudades pueden ser sustentables? Existen muy pocas que tengan ya compromisos con energías renovables y solo las urbes medias, que tengan de 100 a 500 mil habitantes, pueden lograrlo. Megalópolis como Ciudad de México no pueden ser sustentables debido a sus dimensiones, no obstante, urbes como Cuernavaca, Hermosillo o Morelia, podrían abastecerse completamente de fuentes renovables en los próximos años.

Durante una sesión del seminario permanente Ciudades Sostenibles ante el Cambio Climático, que organizan conjuntamente el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) y el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), el investigador subrayó la necesidad de un cambio de paradigma para lograr ser sustentables.

“El cambio climático antropocéntrico nos ha causado muchos estragos, no solo en la parte ambiental, sino también en la social. El uso de la energía proveniente de los combustibles fósiles nos permitió tener el bienestar que tenemos, pero también ha causado pobreza extrema en la población y un deterioro ambiental que no habíamos visto en toda la historia de la humanidad”.

Por el contrario, el desarrollo sustentable debe respetar el medio ambiente, promoviendo la equidad entre las sociedades presentes y futuras de todas las especies, incluyendo la humana. Para lograr una ciudad sustentable se debe orientar hacia cuatro dimensiones: economía, sociedad, organizacional y naturaleza; asimismo, buscar las tecnologías que contribuyan a lograrlo.

Una fuente de energía renovable es aquella que se usa a una tasa menor de la que se produce, y normalmente no emite gases de efecto invernadero. Sin embargo, no quiere decir que sea intrínsecamente una energía sustentable, ya que una renovable colocada en un lugar inadecuado puede no ser sustentable.

Una energía sustentable debe considerar las cuatro dimensiones de la sustentabilidad antes mencionadas en una localidad.

La generación de energía de una urbe puede ser diversa: hidrocarburos (gasolina, diésel, gas, carbón); hidráulica y nuclear, y renovables (solar, fotovoltaica, solar térmica, biocombustible desde los desechos, eólica de baja potencia, geotérmica de uso directo).

Por tanto, los usuarios deben ser flexibles en la demanda y cambiar el patrón de consumo a la variabilidad de las fuentes distribuidas de energía que haya en la localidad y adecuarse a la disponibilidad de energía. Por ejemplo, si es una ciudad cálida, se pueden construir edificaciones con ventilación natural o con dispositivos para aprovechar la energía del sol.

La energía se genera en el sitio, se almacena y se libera cuando se requiere. La generación puede ser solar, eólica, geotermia; el almacenamiento puede ser térmico, baterías, hidráulico, inercial, combustibles limpios. Las fuentes distribuidas contemplan tanto generación como almacenamiento.

Es urgente que las ciudades inicien la transición hacia la generación distribuida. “La propuesta son las fuentes distribuidas de energía basadas principalmente en fuentes renovables de energía, considerando los aspectos sociales y normativos”.

Finalmente, se requiere un inventario de la disponibilidad de fuentes de energía renovables en cada ciudad, personal altamente capacitado, innovación, análisis de datos, edificaciones inteligentes, normatividad que contemple los datos para construir sistemas flexibles, y desarrollos con empresas pequeñas a nivel local, son algunas de las cosas que se pueden hacer, aseveró del Río Portilla.

 

PUEC

Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad
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